miércoles, 5 de febrero de 2014

LA GLORIA SOLO PARA DIOS

          "Entonces la gloria del Señor subió del querubín hacia
           el umbral del templo, y el templo se llenó de la nube,
           y el atrio se llenó del resplandor de la gloria                          del Señor."

                                        Ezequiel 10:4


Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua inició su travesía, después de años de preparación pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros. Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo decidido a llegar a la cima. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes. Subiendo por un acantilado, a solo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires... caía a una velocidad vertiginosa, solo podia ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, pasaron por su mente todos los gratos y no tan gratos momentos de la vida... El pensaba que iba a morir, sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos... SI, como todo alpinista experimentado, habia clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura. En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedo más que gritar: -"AYUDAME DIOS MIO..." De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó: -"QUE QUIERES QUE HAGA?" -"Sálvame Dios mío." -"REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR?" -"Por supuesto Señor " -"ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE..." Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...

Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza, con las manos a una cuerda... A DOS METROS DEL SUELO...
Y tú? Qué tan confiado estas de tu cuerda? Porqué no la sueltas?
Y que tan grande es tu confianza en Dios?

Este hombre buscando egoistamente la gloria, solo para el, fue en contra de una de las normas del alpinismo, no aventurarse en condiciones poco favorables y en lo posible no lo hagas solo. 

Eclesiates 4:9-12 dice "Mejores son dos que uno; porque tienen mejor paga de su trabajo.

Porque si cayeren, el uno levantará a su compañero; pero !!ay del solo! que cuando cayere, no habrá segundo que lo levante. 
También si dos durmieren juntos, se calentarán mutuamente; mas ¿cómo se calentará uno solo? 
Y si alguno prevaleciere contra uno, dos le resistirán; y cordón de tres dobleces no se rompe pronto."


El egoísmo, llega a ser tan cruel, que el único criterio que vale en una persona de este tipo, solo es el suyo...........el protagonista de esta historia, al verse sin posibilidades, se acordó que existía un Dios, que siempre que lo necesitamos el esta ahí, pero no confió. Dios le dio la solución y el en su propio criterio REFLEXIONO..............Y MURIÓ.

Ese Dios bombero, al que solo recurrimos cuando estamos en una situación critica, siempre estará al lado nuestro, Deuteronomio 31:6 dice: "Esforzaos y sed valientes; no temáis, ni tengáis miedo de ellos; porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará ni te desamparará."
Cuando las situaciones te lleven a creer que no tienen solución, donde la oscuridad de la desilucion no te deje ver nada, el señor te recuerda en el Salmo 23:4 que "Aunque ande en valle de sombra de muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento." 
El señor siempre esta a tu lado. Pero el es un caballero, si tu no lo invitas a tu vida, el sencillamente esperara, Apocalipsis 3:20 dice: "He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él, y él conmigo."


Pero si el toca tu puerta y tu no le abres, sencillamente ira a buscar a otro que si quiera compartir con el. Si tu crees que este es el momento de permitirle al señor que entre a formar parte de tu vida por siempre, te invito a que hagas esta pequeña oración, declarándolo con vos audible: 

"Padre en el nombre de Jesús, te doy gracias en este maravilloso día. Hoy estoy delante de tu presencia para buscar mas de ti y reconocer que tu eres mi único Dios.

Padre Celestial, hoy reconozco que he pecado contra ti y contra otros. Reconozco que Cristo murió en la cruz, para hacerme libre de todo pecado. Hoy abro las puertas de mi corazón y te recibo como mi único Dios y Salvador.

Declaro que todas las cosas viejas pasaron y hoy todas son hechas nuevas. Te pido que escribas mi nombre en el libro de la vida y que no sea borrado nunca.

Te pido esto en el nombre de Jesús, mi nuevo Salvador y Señor, Amén."


Dios los bendiga grandemente. 

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