miércoles, 5 de febrero de 2014

LA VIRTUD DE LA PACIENCIA

       "Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia,
        benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza;
        contra tales cosas no hay ley."

                                                     Galatas 5:22

No hay que ser agricultor para saber que una buena cosecha requiere de buena semilla, buen abono y riego. 

También es obvio que quien cultiva la tierra no se detiene impaciente frente a la semilla sembrada, y grita con todas sus fuerzas: ¡Crece, maldita seas! 

Hay algo muy curioso que sucede con el bambú y que lo transforma en no apto para impacientes: 
Siembras la semilla, la abonas, y te ocupas de regarla constantemente.

Durante los primeros meses no sucede nada apreciable. En realidad no pasa nada con la semilla durante los primeros siete años, a tal punto que un cultivador inexperto estaría convencido de haber comprado semillas infértiles. 

Sin embargo, durante el séptimo año, en un período de sólo seis semanas la planta de bambú crece
¡más de 30metros! 

¿Tardó sólo seis semanas crecer? 

No, la verdad es que se tomó siete años y seis semanas en desarrollarse.

Durante los primeros siete años de aparente inactividad, este bambú estaba generando un complejo sistema de raíces que le permitirían sostener el crecimiento que iba a tener después de siete años. 

Sin embargo, en la vida cotidiana, muchas personas tratan de encontrar soluciones rápidas, triunfos apresurados, sin entender que el éxito es simplemente resultado del crecimiento interno y que éste requiere tiempo. 

Quizás por la misma impaciencia, muchos de aquellos que aspiran a resultados en corto plazo, abandonan súbitamente justo cuando ya estaban a punto de conquistar la meta.


La persona paciente tiende a desarrollar una sensibilidad

que le va a permitir identificar los problemas, contrariedades,

alegrías, triunfos y fracasos del día a día y, por medio de 

ella, afrontar la vida de una manera optimista, tranquila y 

siempre en busca de armonía.

Es necesario tener paciencia con todo el mundo, pero, en 

primer lugar, con uno mismo.

En la biblia encontramos claros ejemplos de esta gran 

virtud:

Abraham espero durante casi 25 años a que Dios hiciera 

efectiva su promesa de otorgarle un hijo con su esposa 

Sara, a pesar de ser ambos de edad avanzada. Moisés 

luego de contar con todos los privilegios que le ofrecía ser 

"hijo" de una de las hijas del faraón, debió esperar 

pacientemente como pastor de ovejas en el desierto, hasta 

que fue delegado por Dios para librar su pueblo, Israel, de 

la esclavitud a que fue sometido por 400 años en Egipto.

Pero el mas memorable fue Job, que a pesar de ser un 

hombre perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del 

mal. Padre de 10 hijos, siete varones y 3 mujeres, 

un hombre muy prospero, contaba entre otros con una 

hacienda con 7.000 ovejas, 3.000 camellos, 500 yuntas de 

bueyes, 500 asnas y muchisimos criados, era considerado 

el varón mas prospero que todos los orientales. Pero un día 

Dios permitio a satanás que tocara todo lo que tenia, menos 

su vida, y comprobar que a pesar de cualquier oprobio que 

pudiera padecer, jamas, oigase bien, jamas renegaría de 

Dios. Fue así como un día le fueron robados todos sus 

bueyes y asnas, matando a sus criados. Además de matar 

todas sus ovejas y pastores, con fuego que cayó del cielo. 

También sus enemigos los Caldeos, robaron la totalidad de 

sus camellos y asesinaron a los criados que los cuidaban y 

como si fuera poco, todos sus hijos disfrutaban en la casa 

del primogénito y un huracán destruyo y tumbo la casa, 

muriendo la totalidad de sus hijos e hijas. A pesar de todo 

esto, no renegó ni otorgo culpa a Dios, por lo tanto en un 

nuevo intento de satanás le fue contagiada una sarna 

mortal desde el dedo de su pie hasta su coronilla, pero Job 

conservo su integridad. Debió padecer los ataques de su 

mujer para que renegara del creador, pero no lo hizo, 

además sus amigos le acusaban de ocultar un gran pecado 

y como consecuencia de esto su gran padecimiento, pero 

Job nunca declino de su causa. Por lo tanto Jehová Dios 

quito la aflicción de Job y aumento el doble de todas las 

cosas que habían sido de Job y lo bendijo cada uno de los 

miembros de su familia otorgándole una pieza de dinero y 

un anillo de oro. Dios le dio de nuevo 10 hijos, 7 Varones y 

Mujeres y no habían mujeres mas bellas que ellas.

La próxima vez que pienses que Dios te abandono, que ya 

no escucha tus ruegos y que todo lo que estas pasando no 

te lo mereces, pero además ya humanamente no lo puedes 

soportar, sencillamente es por que Dios esta trabajando en 

tu gran bendición y restauración.

Dios les bendiga.

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